La regla principal: un parisino no sigue la moda, sino que la siente y la reconsidera. Y por lo tanto sabe cómo girar cualquier dirección a su favor. Y a las mujeres francesas les encanta romper las reglas. Impulso y libertad, no rigidez burguesa, ¡ese es su lema!
¿Se supone que debe usar un vestido de noche en conjunto con sandalias simples y una falda lápiz con zapatillas de ballet, y no un tacón alto, un hombre malo? ¡Para nada! Es tan parisino como elegir el negro para una fiesta social.